En la víspera de todos santos (Luciano García Menéndez)

En el ambiente de Otoño nos envuelve, al menos de este lado del mundo. El aire sopla cada vez más frío, los montes comienzan a cubrirse de nieve, los árboles se cubren de oro y de escarlata y de otros mil tonos entre el verde y el marrón que no sé distinguir. En el campo escucho por doquier, desde que sale el Sol hasta que se pone, el canto de un montón de aves distintas, desde el pajarraco que grazna hasta el que emite un silbido que imita el “¡Qué!” con el que se saludan en Granada. Por la noche un buho y un zorro me avisan que aún no amanece y que, una vez más, me despertaron antes de que saliera el Sol. La tierra se prepara para descansar, las hormiguitas hace tiempo que terminaron su anual recolección y ahora están resguardadas bajo tierra. Una cierta frescura envuelve el ambiente. Y resulta que es la víspera de la solemnidad de Todos los Santos. Algunos le llaman Halloween. Para mí siempre ha resultado extraño esa estrambótica costumbre, muy norteamericana, de vestir...