Quien era yo antes del cáncer y quien soy ahora


¿Qué nos arranca de la nada? ¿Qué nos permite ser luz y alegría para los demás? ¿Qué es lo que salva nuestra vida a pesar de las tragedia del cáncer? ¿Qué es lo que verdaderamente da sentido a nuestra vida?


Quisiera compartir la transcripción del video que Tony Micalco dejó en Facebook unos días antes de morir, como testimonio de una persona a la que el encuentro con Cristo a través de la fragilidad del movimiento de Comunión y Liberación en Puebla llenó de alegría y esperanza.

Antes era una mujer audaz, fuerte, emprendedora, poderosa que ganaba económicamente muy bien y que sentía que todo dependía de mis propias fuerzas.

Ahora que me diagnosticaron cáncer mi experiencia ha cambiado, soy una mujer diferente que ciertamente, con la compañía que el movimiento me ha podido dar, hoy puedo mirar cómo Dios se hace presente por medio de la experiencia concreta de la enfermedad.

Hoy puedo ya no vivir, como decía Don Luigi Giussani que el ser humano puede vivir libre del universo y solo dependiente de Dios o libre de Dios y esclavo de sus circunstancias. Hoy puedo decir que Dios está conmigo. Podría estar triste por lo que no tengo, en este caso la salud, angustiada, con miedo, pero sabiendo que Dios está conmigo puedo decirte que simplemente Dios me ha dado esta realidad como un bien para mí.

He reconocido el valor de la vida, el valor de mi familia, los deseos de mi corazón, esas exigencias que, para empezar, siempre he querido llenar ese vacío haciendo, ganando, queriendo demostrar lo fuerte que soy, lo poderosa, lo audaz.

Hoy es diferente. Mi tiempo es más despacio, puedo hacer menos cosas que antes físicamente, sin embargo me siento mucho más cerca de Dios ahora que antes, hoy puedo mirar el cáncer como una bendición que me permite mirar quién soy y, sobre todo, me permite mirarlo a Él, en mi realidad, a través del cáncer, cómo hoy puedo vivir en la felicidad por medio de la enfermedad, como esta compañía que me hace mirar constantemente quién soy, y sobre todo el amor que Dios tiene para mí en medio de la enfermedad.

Hoy te puedo decir que hace unos días, unos meses, iba con mis hijos en el coche para comprar una pizza, y cuando íbamos en el camino uno de mis hijos me dijo “oye mamá hace mucho que no nos llevas al cine” y yo le dije: “pídele a Dios que nos dé la oportunidad de ir al cine”. Llegando a la pizzeria  compré la pizza y me entregaron los pases 2x1 para ir al cine, entonces llegué al coche y le dije a mi hijo: “¡Santiago, se lo pediste a Dios!” y Santiago me dijo: “no mamá, no se lo pedí”. Entonces yo le dije: “¿te fijas como Dios sabe el deseo de nuestro corazón y si es para nuestro bien nos lo da? Y así fue.

En ese día en la escuela de comunidad estábamos leyendo y decía: “Dios no  está en nuestros pensamientos, está en nuestros hechos concretos”. Regalos como este, poder mirar la presencia de Dios en cada cosa que me pasa, poder leer la escuela de comunidad, me ha dado una riqueza maravillosa, pero lo más importante es que estoy dispuesta a mirar, que leo la escuela de comunidad lo más que se puede, todos los días si es posible, para estar atenta a mirar. Si yo no leo lo que pasa en lo que vemos en la escuela de comunidad, es posible que me pierda de grandes cosas y hoy puedo agradecerle a Dios que forma parte de esta compañía y que definitivamente tiene compasión de mi nada.

Esta es mi experiencia que cuando me dicen mis amigos: “oye parece que no estas enferma”, claro que no parece, pero creo que la clave está en la compañía que tengo de parte del movimiento, una compañía que me permite mirar los regalos que Dios tiene para mí a través de la enfermedad.

Que Tony pudiera mirar como una bendición su enfermedad y toda su vida, antes y después, a la luz del acontecimiento que la alcanzó en el encuentro con nuestra pequeña comunidad de Puebla; que pudiera vivir sin miedo a la muerte y a su ausencia para sus hijos y esposo; que viviera apegándose cada día a esta compañía en todos sus gestos fue un testimonio tan grande para todos nosotros que no podemos dejar de agradecer hoy a Dios por su vida y por la compañía que ella es hoy para nosotros desde el cielo.

Comentarios

Entradas populares de este blog

El Sentido Religioso

¿En qué circunstancia estamos?

Ideología y reformas constitucionales