Alegría de creer

"Contemplaré cada día el rostro de los santos, para encontrar descanso en sus palabras." Foto: google Madeleine Delbrel (1904-1964) nació en Mussidain, Francia, en una familia indiferente a la religión, pero con un gusto por la poesía. Desde muy joven, a los 17 años, se plantea con seriedad las preguntas sobre el sentido de la existencia y con una claridad y coherencia impresionante escribe "Dios está muerto. Pero, si esto es verdad, es necesaria la lucidez de no vivir más como si Dios aún existiese" y se extraña de la general falta de sentido común de quienes aceptan que Dios o está muero o no existe y que sin embargo viven como si aún existiese: los científicos "son un poco infantiles", los pacifistas "son simpáticos pero débiles en el cálculo", a la gente de bien " le falta modestia", los enamorados "son radicalmente ilógicos y se niegan a razonar", las únicas personas serias son los artesanos y los artistas que ...